Capital portuaria del sur peruano, en plena provincia de Pisco, Paracas combina encantos que la transforman en uno de los destinos más elegidos a la hora de pisar tierras incaicas.
Paracas se ubica en la costa este de la bahía de Paracas, al norte de la península homónima, a 22 km al sur de Pisco, a 75 km de Ica y a 261 km de Lima. El clima tiene una temperatura promedio anual de 22 °C y es un territorio muy ventoso cuyas fortísimas corrientes de aire portadoras de arena, por lo cual se denomina a esta zona turística como “lluvia de arena”.
Perteneciente a la ecorregión del desierto del Pacífico, un sistema que recorre toda la costa occidental sudamericana desde el Pacífico hasta los Andes, es por ello que los turistas la eligen como primera opción, en parte también por la enorme cantidad de actividades para disfrutar sin pausa aunque con la necesidad de descansar en el Hilton Paracas, la mejor opción de la zona.
La Reserva Nacional de Paracas es la actividad estelar. Creada en 1975 recibe más de 100 mil visitantes anuales. La Reserva está situada en la zona más desértica de la costa peruana, y en una de las más ricas de mar con corrientes de agua fría. Para los amantes de la naturaleza, este es un lugar que no pueden dejar escapar. Se pueden encontrar aves como los pelícanos, los zarcillos, parihuanas, chorlos árticos, potoyunco peruano o pingüinos de Humboldt; mamíferos como el chusco o el bufeo, peces como la raya o el pampanito, u otros animales como el muimuy, el gecko o las tortugas laúd.
Además se podrá admirar la magia de “El Candelabro”, un geoglifo de 120 metros de extensión, así como también los restos de la imponente formación rocosa de “La Catedral”.
En Islas Ballestas estará otro enclave fundamental de Paracas: podrás realizar tours en botes para conocer el refugio natural de especies como los pingüinos de Humboldt, actualmente en peligro de extinción.
Podrás escuchar el concierto de los aullidos de las manadas de lobos marinos que habitan las islas y navegarás por las adyacencias del Candelabro.
Para los amantes del misterio podrán alquilar una avioneta a través de los tours aéreos desde Paracas que permiten sobrevolar las Líneas de Nazca que representan animales, plantas declaradas como patrimonio de la Humanidad desde 1994 por la UNESCO.
También habrá lugar para el deporte y aventuras terrestres entre las dunas del desierto con un buggy, a tan solo unos kilómetros de la Reserva Nacional. Otras alternativas serán las del alquiler de bicicletas, cuatriciclos o hasta volar en parapente aunque solo será para los más valientes.